lunes, 4 de abril de 2011

El Rey del Miedo.

¿Más vale malo conocido que bueno por conocer?

No, no me gusta esta máxima. Si el Hombre hubiera tenido miedo a lo desconocido, America no se habría descubierto, el Polo Norte seguiría siendo un misterio, el Hombre no hubiera pisado la Luna, o no se habrían inventado las vacunas, por mencionar algo.

Pero, porqué tenemos miedo a lo desconocido? Quizás porque no se puede controlar, porque no se sabe como reaccionará, o porque no sabemos que podrá pasar si ...

A colación de esto me viene a la cabeza una historia (o un cuento) que oí una vez hace tiempo y que, resumiendo mucho y a grandes rasgos era algo así:

“En la Edad Media había un Rey que era conocido por su maldad y su crueldad.

Eran tiempos de guerra y mandaba a sus huestes al frente con la consigna de tomar prisioneros.

A los prisioneros los encerraba en una gran sala alargada en la que, en un extremo había un grupo de arqueros, y en el otro extremo una inmensa puerta que daba ... no se sabe donde. En la puerta se veían grabados terroríficos de calaveras, huesos, cadáveres ensangrentados, demonios, cabezas decapitadas, y otras “lindezas” de ese tipo.

El Rey hacía reunir a los prisioneros en el centro de la larga sala y les daba dos opciones: Podéis elegir entre dirigiros hacia los arqueros y morir ensartados por sus flechas, o dirigiros hacia la gran puerta, abrirla y pasar a través de ella. Pero al otro lado de la puerta estaré Yo esperando, les advertía el Rey.

Sin saber porqué, todos los prisioneros elegían ser muertos por los Arqueros, ante el temor a lo desconocido que se ocultaba detrás de la puerta.

Años después, una vez finalizada la guerra, un soldado que había servido a este Rey le pregunto:
- Señor, se puede saber que hay detrás de esa terrible puerta?
El Rey le contestó:
- Porque no lo descubres tu mismo?

El soldado se dirigió a la puerta, la abrió temerosamente con gran esfuerzo y descubrió que al otro lado había un sendero que conducía a la Libertad.

El soldado miró a su Rey con cara de extrañeza, y el Rey le dijo:
- Yo les daba a todos la opción de elegir entre una Muerte Segura y la incertidumbre de cruzar esta puerta, pero todos preferían morir a arriesgarse a abrir la puerta”.

¿Cuántas puertas hemos dejado sin abrir a lo largo de nuestra vida?
Cuantas veces renunciamos a nuestra Libertad por miedo a abrir una “puerta”?

Y yo me pregunto: ¿Por qué nos meten tanto miedo en algunos medios, algunos partidos, políticos y politiquillos, pseudo-escritores, agoreros, derrotistas, envidiosos, ...

No será que tienen Miedo a que esa savia nueva que se llama Ciudadanos por San Fernando (CxSF), que quiere hacer cosas para mejorar esta ciudad, les quite votos?
No será que tienen Miedo a perder en la Isla esa preponderancia y esa superioridad que durante años han tenido los “Grandes”.
No será que tienen Miedo cuando se acuerdan de David y Goliat?

Pues yo no tengo miedo a abrir esa puerta, y tu?
¿No quieres descubrir si al abrirla entra un rayo de luz?

No hay comentarios:

Publicar un comentario